domingo, 9 de junio de 2013

LA MODA EN LA HISTORIA - ERA VICTORIANA



La revolución industrial, comienza en 1769 con la introducción de la máquina de vapor en la industria  textil, y seguidamente la industrialización del resto de producciones.
Reino Unido, como primera potencia mundial, conoce las novedades y comodidades domésticas, y el estilo de vida, cambia también al de pensamiento.

Nos situamos en el contexto histórico del S. XIX.  En 1838 con la coronación de la Reina Victoria, comienza la Era Victoriana.

La diferencia de clases separa dos mundos muy distintos:

La clase obrera, que vive pobremente sufriendo los abusos de la industrialización, la explotación infantil, el cobro de impuestos (de los que está exenta la aristocracia) y en definitiva, la opresión del proletariado, que queda perfectamente plasmado en las novelas realistas de Dickens.


La clase media, adinerada gracias al progreso y las necesidades de la superpoblación de las ciudades, procura sobresalir y diferenciarse, mediante atuendos lujosos, y comportamientos castos, de acuerdo con la sociedad puritana de la época; a pesar de la doble moral que existía, por los abusos ya mencionados, y por la vida libertina y nocturna que convivía paralelamente con la rígida moral Victoriana.


A mediados de siglo, los vestidos se componían de faldas inmensas,
aumentando su volumen con enaguas de crinolina (artilugio hecho con seis aros de acero para ensancharlas) y apretados corsés; lo que provocaba grandes dificultades en la vida cotidiana.
Era habitual que las mujeres llevaran en casa la cabeza cubierta con una cofia; lo que finalmente quedó como costumbre para la servidumbre, para las señoras fue evolucionando hasta transformarse en un bonnet, que se anudaba bajo la barbilla.
Hacia 1865, la enagua de crinolina o miriñaque, se transforma en polisón, levantando el vestido solo en la parte trasera y terminando en cola, lo que facilita en parte los movimientos, pero continúa usándose el corsé, acompañado de complicadas y pesadas estructuras bajo la falda para formar el polisón.

Las mangas de los vestidos eran largas, cubriendo las manos por encima de los dedos, de manera muy puritana, tal como la ausencia total de maquillaje que se consideraba vulgar. También eran importantes los complementos, como los guantes y mitones, las sombrillas, las bomboneras, los chales y las capelinas. Los hombros se usaban muy caídos de manera que los movimientos de los brazos quedaban limitados.
El ferrocarril facilita las migraciones y el conocimiento, y los transportes de materiales, telas y pieles exóticas desde las colonias, también influyen en la moda;
Las sedas de Damasco, los sombreros de ala corta (al estilo colonial), la reducción del volumen de las faldas, terminando por ser simples enaguas de tela...


Aunque los colores eran variados, y se utilizaban mucho los estampados y diseños florales de construcciones geométricas, (por ejemplo, el diseño del tejido de cachemira, procedente de esta región de la India, se popularizó con el nombre de paisley, el nombre del pueblo escocés donde se empezó a copiar el estampado) uno de los colores más significativos de la Era Victoriana es el negro, ya que la importancia que se le da al luto en la época es extraordinaria, y se guarda durante periodos largos, a demás de que al pasar Reino Unido por varias pandemias que redujeron la población significativamente, la muerte de niños y bebés era habitual.
En 1901, con la muerte de la Reina Victoria, comienza el periodo Eduardiano, contagiándose de la Belle Époque que en Francia había comenzado a despertar.

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