domingo, 21 de junio de 2020

LA MODA Y EL ART- DECO

Joan Crawford 1932

El Art-decó, el primer estilo propio del S. XX, es en realidad una mezcla de estilos, principalmente el resultado de la evolución de su precursor el Art-nouveau, con trazos de las nuevas vanguardias, como el cubismo, el futurismo, constructivismo, Bauhaus... Con un claro eclecticismo pero con identidad propia, gran suntuosidad y elegancia.

Casi puramente decorativo, por lo que se considera un estilo burgués.
Su nombre viene de la primera Exposición Internacional en que apareció, en 1925, la exposición de las Arts Decorativs e Industrials de París.

A principios del S XX, y al final de la I Guerra Mundial en 1918, el mundo había cambiado.
Después de la cruenta guerra, la fuerte industrialización sentó las bases de la tecnología del S XX, ya que la mayor complejidad de esta y los avances científicos dieron paso a un nuevo sistema. 




El ahorro de trabajo en favor de las nuevas tecnologías y el incremento de la productividad, aumento de los beneficios, disminución de costes y la gran diversidad de nuevos productos, modificaron el sistema de consumo y economía, naciendo así el sistema de crédito bancario, el endeudamiento de los consumidores, pero el aumento de las posesiones y el disfrute del consumo, lo que llamamos "los felices años 20".



En el periodo de entre guerras, entre 1920 y 1939, se desarrolló el nuevo estilo, más rectilíneo y simple que su predecesor, el sinuoso y curvilíneo Art-nouveau, en sintonía con la industria, la maquinaria y sus duras líneas.


Cobra gran importancia en la arquitectura. La construcción de rascacielos también aporta la ultilización de nuevos materiales como el acero, en la pioneras ciudades Nueva York y Chicago. 
En Miami Beach tenemos una gran muestra de su vasta colección de edificios Art-decó, con alrededor de 30 manzanas de hoteles y edificios construídos entre 1920 y 1940.



Se extiende principalmente a las artes decorativas e interiorismo, experimentando con nuevos materiales, acero inoxidable, aluminio, piel de tiburón (shagreen), piel de cabra, plástico... realizándose novedoso mobiliario y piezas icónicas de diseño que han perdurado hasta nuestros días.




Silla diseñada por Breuer


Su significado gira en torno al progreso, el ordenamiento, la ciudad, lo urbano. Una noción futurista de la Revolución Industrial, que influyó en todas las artes decorativas, diseño de interior, diseño gráfico e industrial, también en las artes visuales, moda, grabado, escultura, pintura, cinematografía...

                                                                          Pintura de Tamara de Lempika
Los descubrimientos del antiguo Egipto también influyeron en las nuevas líneas decorativas, marcando un tiempo de geometría y repetición, simetría, grecas, formas fraccionadas, bloques y  zig-zags.



Influye enormemente en la iluminación, siendo la electricidad una novedad muy preciada, se realizan infinidad de lámparas y letreros luminosos con su característica tipografía. 

La tipografía es un punto fuerte en el estilo, las impresiones y carteles sugieren ordenación y austeridad, adornados con simples facetados, línea recta y quebrada, patrones de galón (chevrón) o adorno en forma de sumburst.


En general comenzó a estar de moda todo lo exótico, el orientalismo, lo tropical y las lejanas y antiguas culturas como la ornamentación rusa y otras. 

Se pone de moda el kimono y su corte geométrico, el corte imperio napoleónico y los vestidos con cortes rectos y cilíndricos, que efectuaban un aspecto andrógino; la falda se acorta, triunfan los vestidos brillantes, todo lo dorado se considera adecuado para lucir el movimiento de los nuevos sonidos jazz y charlestón.





El primer diseñador que realiza vestidos Art-decó fue Paul Pioret siempre inspirado en las culturas antiguas y orientales.
Se le atribuye la liberación de la mujer del corsé ya que introduce de nuevo el corte imperio, y este, deja de ser necesario.
Utiliza turbantes y todo tipo de adornos árabes, griegos, japoneses, dándole al vestido un aspecto teatral.



Jean Patou. Triunfó en EEUU y en las elegantes villas de Montecarlo y Biarritz.
Destacó por su sencillez, talle natural y silueta simple.
Fue el creador de sweters a rayas blancas y azules combinadas con faldas plisadas.
La importante tenista Suzanne Lenglen lució sus diseños dentro de la pista; causó sensación en Wimbeldon cuando apareció con un sweter sin mangas y una falda blanca hasta la rodilla, modelo que sigue de plena actualidad.




Sonia Delaunay. La reina del Art-decó, para quien fue una evolución de su propio estilo: el "simultaneísmo". Influenciada en principio por el post-impresionismo, fauvismo y cubismo, dando lugar a un nuevo estilo, el "orfismo" y sus aplicaciones "simultané" como Sonia y Robert Delaunay llamaban.

Sonia Delaunay

Vionet. Aprendiz de Soueurs, vio su carrera truncada por la Guerra. Inspirada en la Grecia antigua, creó prendas fluídas y líneas estilizadas típicas del Art-decó.   


Chanel. Garbrielle Chanel, francesa de humildes orígenes, establece muy joven su negocio de costura en París.
Revolucionó la moda simplificándola y dejándonos para las posteridad icónicas prendas que hoy son nuestros básicos: 
La camiseta bretona.
El little black dress.
El traje de tweed.
El zapato bicolor.
Abierta enemiga de Pioret y sus artísticos diseños que eran absolutamente contrarios, acortó las faldas y se atrevió a utilizar el primer look minimalista de la historia, el sweter de lana, aderezado con sus características perlas. 



Las joyas fueron piezas fundamentales en el diseño Art-decó, consagrándose grandes joyeros y sus talleres de orfebrería como los mayores joyeros del siglo.


Cartier. Artífice de exóticos diseños pertenecientes a este estilo, una de sus más exitosas aportaciones fue el reloj de pulsera, sustituyendo a los de bolsillo.

El joyero catalán Lluis Masriera, tercera generación de la firma, que había estudiado en París, Londres y Ginebra, donde aprendió la técnica de Limoges, introduciendo el esmaltado opaco en Cataluña, e influenciado por el Art-nouveau de René Lalique, en 1925 presentó 11 piezas en la Exposición de las Arts Decorativs e Industrials de París, donde surge el Art-decó.


Lluis Masriera





Este arte cayó en decadencia por la austeridad de la II Guerra.

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